Como parte de los festejos por el 108° Aniversario, el Córdoba Lawn Tenis bautizó a la Cancha 4 y la Cancha 8 como Inés Gorrochategui y Marcelo “Mumi” Pacheco, dos ilustres referentes que escribieron sus páginas en la historia del club y que desde ahora quedaron eternizados al ponerle nombre propio.
Talento Sports por Fabian Sacarelli.
Y si las placas en cada rectángulo servirán para que las generaciones venideras no se olviden de lo que hicieron por el tenis y la institución, los que estuvieron presentes no se olvidarán del momento emotivo que generaron las sentidas palabras del presidente del CLTC, Claudio César; y luego las emociones a flor de piel de la propia Inés; de Ana María, esposa del fallecido “Mumi”; y de su hijo, Horacio.
Allí, en las voces entrecortadas y las pausas obligadas, con algunas lágrimas y abrazos afectuosos, se percibió el sentimiento más valioso entre los presentes: el de una familia. Porque la elección de la cancha 4 para Inés no fue caprichosa: allí la ex tenista dio sus primeros pasos de desarrollo en la escuela, y desde donde conquistaría las principales canchas del mundo.
Y en la cancha 8, la numerosa familia Pacheco, bajo la placa, se sintió más “en casa” que nunca, como siempre se sintió el “Mumi”, que a los tres días de nacido ya era socio del Club.
Ese sentimiento que atravesó la tarde fue (y es) el más lindo reconocimiento para ambos y sus familias, nada menos que el cariño profundo y legítimo por dos personas que marcaron el club, y por mucho más que los resultados en una cancha de tenis.
Las plaquetas servirán para que las futuras generaciones recuerden (y valoren) sus nombres y sus logros deportivos. Pero para los que estuvieron esa tarde, aquellas voces entrecortadas y las pausas obligadas, con algunas lágrimas y abrazos afectuosos, son la muestra del verdadero sentimiento de la familia del club.
Una marca mucho más profunda que la plaqueta misma.